Máxima Categoría (500 cc/MotoGP) 4 marcas que al menos obtuvieron una victoria

Texto: Willy Hierro Caveda

Son dieciséis las marcas que al menos han conseguido una victoria en la máxima categoría. De ellas, solo siete se vieron dominadoras de alguna época, comenzando por Honda, la más laureada y terminando por Norton, la que ocupa el séptimo escaño con 21 triunfos. Otras cinco, comenzando por la inglesa AJS y terminando con la japonesa Kawasaki, consiguieron entre cinco y dos victorias.
Las cuatro ganadoras restantes, solo disfrutaron un día de gloria en el cajón más alto del podio. Dos de ellas, Linto y Sanvenero, son motos de impacto fugas, una victoria en una temporada colmada de abandonos por problemas técnicos. Sin embargo, las otras dos sí tienen de que vanagloriarse.

Primero comentaremos sobre la Jawa-CZ, marcas Checoslovacas nacionalizadas y fusionadas en 1948. Jawa desarrolló las motos de pista y CZ las de motocross, ambas con éxitos marcados. Jawa pudo brillar, sobre todo en la categoría 350 cc, corrida entre el 1949 y el 1982. En 1966 un piloto checoslovaco, Franta Stastny, se inscribió en el campeonato mundial categoría reina (500 cc) con una Jawa 500 cc. El motor de 4T, con una tecnología poco desarrollada para el momento, con válvulas en la cabeza, pero árbol de levas en el cárter, lo llevaron a la máxima expresión, en cuanto a rendimiento se refiere y lograron vencer una carrera ese año en el trazado de Sachsenring. Además, Stastny pudo conseguir otros dos podios, terceros lugares, que le valieron para terminar cuarto en el campeonato, por delante del archiconocido Jim Redman que pilotaba Honda.

La moto que nos queda, Konig, es muy poco conocida, pero con una historia digna de una película que de seguro acaparará la atención de todos los amantes del motociclismo. No se puede hablar de la moto sin mencionar a su creador, el neozelandés Kim Newcombe.
Kim, después de ser contratado por la fábrica alemana Konig, especializada en motores de carrera para lanchas fuera de borda, decidió instalar uno de sus potentes motores 500 cc de dos tiempos a un cuadro de motocicletas. Eso no fue coser y cantar, fue un trabajo difícil, con muchos retos e inventivas que duró un año. En 1972 se presentó en el campeonato mundial. 
En su primera carrera y sobre una moto desarrollada por él consiguió podio y al final de temporada obtuvo el galardón de Rookie del año. Todos se preguntaban quién era ese hombre, que, con esa moto hecha por él, le pasaba en las rectas a las invencibles MV Agusta.  En 1973, con la experiencia adquirida en la temporada anterior, pudo ganar el GP de Yugoslavia, pero antes, en el GP de Austria, fue tercero por detrás de las dos Yamaha oficiales que con motor de 2T se inscribieron en la máxima categoría. Así, Kim Newcombe y su Konig formaron parte del primer podio conformado por tres motores de 2T, comenzaba el fin de la era de los 4T en la máxima categoría. La victoria en Yugoslavia hizo que la marca alemana se convirtiera en la tercera en ganar con motor de 2T, por detrás de Suzuki, conseguido en 1971 y de Yamaha, logrado el mismo año que la Konig, 1973, pero cuatro carreras antes. 
Kim y su Konig, en la lucha por el título de 1973 contra Phil Read, quien pilotaba MV Agusta, decide correr con una de sus motos y con pistones más grandes en Silverstone, una carrera fuera del calendario oficial con motos de 750 cc. Desgraciadamente, en un accidente queda mal herido y muere al tercer día. Phil Read y su MV quedan campeones, pero Kim Newcombe terminó segundo el mundial, sin presentarse en la última prueba, disputada en Jarama y desplazó al tercer cajón del podio al multicampeón Giacomo Agostini, quien también pilotaba ese año una MV Agusta.
La marca Konig, aunque se presentó en otras temporadas, nunca más mostró el alma que le imprimió el neozelandés Kim Newcombe.