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Castrol en la F1, la prueba reina del automovilismo
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Los lubricantes Castrol gozan de un elevado prestigio a nivel global. Eso se debe a su calidad probada, no sólo en los autos convencionales de serie, sino también en la competición. En cuanto a automóviles de competición, la colaboración de Castrol ha sido inmensa, en disímiles categorías, pero sin duda es la F1 la prueba reina del automovilismo.

Lo que funciona en la F1 con buenos resultados, no sólo demuestra la calidad del lubricante; sino también, sirve de laboratorio para crear nuevos aceites que alarguen la vida de los motores. Hoy día la F1 es menos exigente con los motores en cuanto a revoluciones, ya que el giro de estos está “limitado” a 15 000 rpm. Sin embargo, también sus pequeños motores de apenas 1.6 litros, o lo que es lo mismo, 1600 cc, deben resistir la presión y compresión en seis pequeños cilindros sobrealimentados por un turbocompresor y generar una potencia que supera con facilidad los 700 CV.

En la temporada 2021, Castrol es patrocinador principal de la escudería Alpine, que utiliza mecánica Renault. Otro aspecto complicado para el motor de combustión en la unidad de potencia híbrida que supera los 1000 CV, es que sólo pueden utilizar tres unidades de potencia por piloto en toda la temporada; de usar una más, el piloto será sancionado con posiciones en la parrilla de salida.
En ese sentido, Castrol ha garantizado a Renault una muy buena fiabilidad, cuando sus propulsores utilizan el desarrollado lubricante Castrol EDGE SUPERCAR, el que es lo suficientemente resistente como para proteger estos motores de las fuerzas espectaculares a las que están sometidos en funcionamiento, con una reducción de la fricción en un alto grado.

Castrol regresó a la máxima categoría del automovilismo en 2017 con la motorización Renault, pero su andar por la F1 se remonta al siglo pasado con múltiples equipos y excelentes resultados. Épocas donde los motores, sin hibridación, eran mucho más grandes, de diez u ocho cilindros, girando en ocasiones a más de 20 000 rpm.

Con McLaren estuvo primero los años 1979 y 1980 con motorizaciones Ford, luego regresó con ellos en 2017 hasta 2020 con mecánica Renault. En 1983 se integró a la escudería Brabham, con motores Ford, donde se proclamaron campeones en el mundial de pilotos y tercero en el de constructores. También lubricó los motores de la escudería Lotus los años 1992 y 1993 y Jaguar desde el 2000 hasta el 2004.

Pero sin dudas, sus mejores resultados fueron con el equipo Williams, a quienes estuvo suministrando lubricante desde 1997 hasta 2005. Con la escudería inglesa, se proclamaron campeones de constructores y pilotos en 1997, en 1998 fueron terceros en el campeonato de constructores. También lo fueron en 2000 y 2001, mientras que en 2002 y 2003 consiguieron el segundo lugar en el campeonato de constructores y tercero en el de pilotos.
En toda su trayectoria por la F1 han lubricado motores Ford, Cosworth, Mecachrome, BMW, Honda y Renault, amplia gama de motorizaciones que han sido fiables con los lubricantes Castrol, lo que demuestra su calidad y desarrollo. Afirmando que Castrol es más que un lubricante, es ingeniería líquida.




